martes, 12 de febrero de 2013

La plataforma online 'Bibulu' ofrece una alternativa a las residencias caninas

El servicio pone en contacto a dueños de perros que tienen que irse de viaje con otros que quieren hacerse cargo de ellos en sus casas


Mucha gente se encuentra con un dilema a la hora de viajar, ya que tienen perro y no saben dónde ni con quién dejarlo durante esos días. Familiares y amigos o residencias caninas, si se disponía del dinero necesario, eran hasta ahora siempre las opciones más comunes. Para solucionar este problema nace 'Bibulu', como una alternativa que permite a los dueños dejar a sus mascotas con "cuidadores profesionales, dueños de perros con experiencia, profesionales que trabajan desde casa, o simplemente amantes de los perros que quieren aprovechar su tiempo libre y ganar un dinero extra".
Nueva alternativa a las residencias caninas
Nueva alternativa a las residencias caninas BIBULU
Hogar, dulce hogar 
"'Bibulu' nace con el objetivo de proporcionar bienestar a los perros y para hacer más fácil la vida de sus dueños", comentan los fundadores Enrico Sargiacomo y Tomasz Matuszczyk. Así, los propietarios solo tienen que registrarse en la web y reservar los servicios de alguno de los "canguros" disponibles, 50 por el momento. Para garantizar la máxima confianza, todos los perfiles de los candidatos se aprueban individualmente y los dueños pueden acceder a ellos para conocer todos los detalles. 'Bibulu' también cuenta con una página en Facebook donde cuelgan vídeos relacionados con perros, como el que se ve a dos "hablando" por 'Skype', y donde los clientes pueden dejar sus impresiones.

Más información en: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/bibulu-canguros-perros-plataforma-online-2311162

lunes, 11 de febrero de 2013

Lecciones que el vínculo con las mascotas enseña a los niños

MAMÁ, PAPÁ QUIERO UNA MASCOTA 

A menudo los pequeños de la casa desean tener mascota. Las motivaciones de los niños suelen tener que ver con el ocio: para ellos es divertido jugar con las mascotas, y desarrollar los cuidados necesarios, les hace sentirse más mayores. Las peticiones de los pequeños pueden ser muy variadas: desde pajaritos, pollitos, tortugas, peces, conejos, hurones, gatos, perros y hasta caballos o ponis. 
Cada animal necesita un tipo de cuidado e implica una responsabilidad a diferentes niveles. Estos son factores a tener en cuenta en la toma de decisiones con respecto a si la familia adopta una mascota o no. En los perros, por ejemplo, la raza marca si la mascota necesitará más o menos tiempo de paseo y si demandará más o menos mimos y atenciones. Los animales también tienen su carácter.
A menudo los papás se encuentran con el dilema de tener una mascota por petición de su hijo. Es cierto que, aunque los pequeños puedan hacerse cargo de parte del cuidado de la mascota, la mayor responsabilidad recae en los adultos. Como todo en esta vida, tiene ventajas y desventajas. A los pequeños les suele resultar más fácil que a los adultos conectar con los animales. Esto es debido a que los niños no han desarrollado plenamente la comunicación verbal como sí lo han hecho ya los adultos. Los pequeños utilizan más las sensaciones y las emociones para comunicarse, lo que les hace más sensibles a lo que puede transmitir un animal.
Crecimiento personal
Cierto nivel de responsabilidad en el cuidado de la mascota siempre es bueno para el niño. El pequeño puede encargarse de cambiarle el agua a la mascota y de darle de comer. Cuando el niño es más mayor y está entrando en la adolescencia ya puede pasear al perro, por ejemplo. Para los pequeños de la casa estas tareas tienen una parte muy gratificante.Hay que tener en cuenta las características de cada mascota porque necesitan diferentes tipos de cuidados
La presencia de mascotas en casa pone de manifiesto, además, un proceso evolutivo. Este es: los papás cuidan del hijo, este cuidado lo va interiorizando e integrando el pequeño y, poco a poco va aprendiendo a hacer sus cosas y a cuidar de sí mismo. Lo que primero hacían los papás hacia él lo hace él para sí mismo. Por ejemplo, cuando los niños son pequeños dependen en casi todo de sus padres, son los padres los que le alimentan y el niño poco a poco va a aprendiendo a comer solito. Con la higiene ocurre lo mismo: en un primer momento evolutivo los padres se encargan de toda la higiene del pequeño y a medida que va siendo mayor lo va haciendo él solo.
Pues bien, cuando el niño tiene una mascota puede empezar a desplegar este tipo de cuidados con ella y esto le hace sentirse mayor y orgulloso de sí mismo, porque eso es lo que hacen sus papás con él. En un segundo tiempo él lo hace consigo mismo y en el tercero lo hace con su mascota. La baña, le da de comer, la cuida y juega con ella. Con lo que, a la hora de tomar la decisión de tener una mascota, es importante que los papás sean realistas con respecto al esfuerzo que va a suponer durante todo el año. Deben pararse a pensar qué parte de la responsabilidad asumirán ellos y qué parte puede asumir el niño.
Compromiso y responsabilidad
El nivel de compromiso del pequeño puede ser pactado con él. Y es importante que este compromiso sea realista. Incluso pueden ponerse por escrito, a modo de contrato, las tareas que realizará cada miembro de la casa con la mascota. Los adultos siempre deben supervisar, valorar y reconocer los esfuerzos que haga el pequeño por cumplir su parte y le ayudarán en los momentos en los que le sea difícil. Es necesario tener cierta flexibilidad con respecto a la ejecución de los pequeños en esta tarea para que no se saturen y combinarlo con cierto nivel de exigencia y respeto a la parte que le corresponde al niño. Cuando sea necesario, los padres deberán exigir que el niño cumpla la tarea con la que se ha comprometido.
Sin embargo, no hay que perder de vista la parte difícil de tener mascota. En más momentos de los que a cualquier familia le gustaría se hace difícil y “pesada” la realización de algunas responsabilidades. En este sentido, este es buen momento y espacio para aprender autocontrol y enseñar el valor de la responsabilidad y el compromiso a los pequeños. Siempre ajustado a su edad, claro está. Las vacaciones son otro tema delicado. Las mascotas pequeñas, como los peces y los conejos, evidentemente pueden quedarse en casa en el período vacacional. Pero las que implican un mayor grado de interacción con las personas, como los perros, tienen otras necesidades. Una separación del perro en vacaciones puede traer consigo emociones negativas y evocar en el pequeño miedos a la separación de los padres o incluso al abandono.
Si la familia, de forma habitual, hace vida cotidiana en contacto con el perro, la mejor opción es poder llevarlo de vacaciones. Si no es posible, será bueno que entre todos busquen un lugar adecuado para dejar la mascota. Los perros siempre prefieren estar con sus amos y separarse de ellos les pone tristes. Los niños son muy sensibles a las emociones y perciben fácilmente esta tristeza, con lo que es importante dedicar un espacio y dar una explicación a esta separación. Planteando por ejemplo que, al lugar donde van a ir de vacaciones no pueden llevar a la mascota, pero que se va a quedar muy bien cuidada por tal persona y en tal sitio (importante concretar), que toda la familia la va a echar de menos y que a la vuelta volverán a estar todos juntos otra vez.
También es importante tener en cuenta que las mascotas, por lo general, no duran toda la vida. Es decir, en algún momento se ponen enfermas y se mueren. Vivir esto para los pequeños es duro. Es importante dejar espacio emocional para tramitar el duelo por la pérdida. Dejar espacio para que el pequeño exprese sus emociones y no negarle la realidad. En estos momentos es muy importante una respuesta de apego seguro por parte de los padres. Esto es, una respuesta sensible a la necesidad del niño.

miércoles, 6 de febrero de 2013

CONOCE EL LENGUAJE DE TU PERRO

Tanto el perro como el amo, aprenden a reconocer todas las señales, como cuando el perro solicita algo a su dueño y viceversa   Hay señales demasiado obvias que todos conocen, como mover la cola, que es una de las características más comunes del lenguaje de los perros.


El clásico meneo de la cola está íntimamente relacionado con el estado emocional del perro, pero todavía nadie sabe qué quiere decir "guau". El veterinario Miguel Ángel Gómez Garza, señala el clásico movimiento de cola se remonta al lenguaje original de los perros, mismo que los lobos conservan todavía, pero podría ser que algunos canes lo perdieran.  "Hay señales demasiado obvias que todos conocen, como mover la cola, que es una de las características más comunes del lenguaje de los perros, y que significa placer cuando está con su amo o compañera", explica.  Otra de las características de las señales comunes en el lenguaje canino, y que explica el veterinario que procede de sus ancestros salvajes, es erizar el pelo del lomo cuando se asusta de manera repentina.  "Como respuesta tienden a enseñar los colmillos antes de agredir, es como una especie de señal de advertencia. Muestran sus colmillos para persuadir al enemigo de no llegar a una pelea", indica.  Éste es como un ritual previo a una pelea. Además, no sólo lo hacen entre ellos, sino también con los humanos desconocidos.  "Entre los perros hay una serie de señales muy interesantes, como el permitirse oler sus genitales tanto entre los machos como en las hembras".
El lenguaje de los perros
El mover la cola Se remonta al lenguaje original de los perros, mismo que los lobos conservan todavía, pero podría ser que algunos canes lo perdieran.
Erizar el pelo del lomo Cuando se asustan de manera repentina.
Una advertencia Muestran sus colmillos para persuadir al enemigo de no llegar a una pelea.
Una gran conversación Entre los perros hay una serie de señales muy interesantes, como el permitirse oler sus genitales tanto entre los machos como en las hembras.
La garganta Es el punto más vulnerable de los perros, porque si el rival lo agarra de la garganta, fácilmente lo mata; le puede destrozar la yugular y lo desangra fácilmente.
¡Mucho ojo! Al llegar a la edad adulta el perro tiende a marcar su territorio, y deja gotitas de orina en los muebles y varias partes de la casa, porque es un instinto muy fuerte de marcar su territorio.
Esto se puede interpretar como una conversación en la que se cuentan su vida en tan sólo unos minutos, así se dan cuenta de muchas cosas.  "Es como contarse la vida rápidamente, porque se pueden transmitir la edad que tienen, su estado de ánimo, si están dispuestos a entablar una amistad, o si no quieren nada; y una serie de cosas que ellos se pueden decir con sólo olerse", asegura el veterinario.
Cuando la pelea es inminente, el veterinario explica que también hay ciertas señales, aunque normalmente las peleas de perros de casa nunca son a muerte.  "Me refiero a los perros domésticos que no se entrenan para peleas, los de casa, porque raramente una pelea entre ellos termina en la muerte de algunos.  "Esto es porque tienen un lenguaje muy evolucionado, que conservan de sus ancestros salvajes, en donde, cuando la pelea ya empieza y se ven amenazados, se colocan con el pecho hacia arriba y le exponen la garganta a su adversario".
Lo que se traduce en que se han rendido y no pueden continuar con la pelea, algo así como mostrar una banderita de la paz.  "La garganta es el punto más vulnerable de los perros, porque si el rival lo agarra de la garganta, fácilmente lo mata; le puede destrozar la yugular y lo desangra fácilmente.  "Los perros que no están entrenados para pelear se comportan como caballeros. Acaban la pelea porque se está rindiendo el otro, por eso raramente termina en una muerte la pelea de los perros", dice.  El veterinario señala que este lenguaje es de origen milenario, porque es como preservan su instinto de conservación y supervivencia en estado silvestre.  Pero cuando viven con su amo, tanto el perro como él aprenden a reconocer todas las señales, como cuando el perro solicita algo a su dueño y viceversa.   "A veces, sin hablar, el perro puede reconocer lo que el amo le está solicitando. Muchas veces esto es una costumbre aprendida que se va formando cuando la relación se hace más estrecha y el lenguaje facilita".  Aunque hay algunos aspectos de comunicación que no son muy bien vistos por el amo, como cuando el can tiende a marcar su territorio.  "Cuando se tiene un perro macho en la casa, la gente no comprende que al llegar a la edad adulta tiende a marcar su territorio, y deja gotitas de orina en los muebles y varias partes de la casa, porque es un instinto muy fuerte de marcar su propiedad y territorio", dice.
Y esto la gente no lo comprende y los regaña, les pega o los saca de la casa, comenta, pero hay que comprender que el perro no lo hace con mala intención, al contrario, lo hace porque se trata de el territorio que debe cuidar, explica Gómez Garza.  "Por eso muchas veces cuando la mascota va a estar en el interior de la casa, se recomienda que sea hembra, porque no tienen esa característica".  La mascota se parece a su dueño  Seguramente habrás observado que, con el paso del tiempo, las mascotas desarrollan algunas actitudes que parecen, hasta cierto punto, humanas.
El veterinario considera normal esta actitud por parte de la mascota, porque también pasa en los caninos salvajes, que siempre tienen un líder en la manda y el perro toma esa costumbre de la vida en grupo, siempre sumiso a su amo, tratando de imitarlo en muchas cosas.  "Yo he tenido varios perritos que, aunque parezca increíble, hablaban. Uno hasta llamaba a su ama, el perro labraba, pero se escuchaba la palabra mamá. Y me tocó verlo en la veterinaria. He tenido dos casos, lógicamente se debe a la estrecha relación que mantienen con su amo".